viernes, 29 de junio de 2012

EL REGRESO DE LA PEDAGOGÍA: EL ÚLTIMO REDUCTO DE CORDURA SOCIAL.


EL REGRESO DE LA PEDAGOGÍA: EL ÚLTIMO REDUCTO DE CORDURA SOCIAL.
Autor del artículo educativo:
TEMES SERRANO, Daniel Alejandro (2010). "Proyecto de Difusión Pedagógica e Inclusión Digital". Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias-España) [registrado]


¿Qué es la Pedagogía? ¿Qué fue o qué era? ¿En qué se está convirtiendo o en qué se ha convertido? Su finalidad se ha pervertido con éste, nuestro singular progreso dentro de  “La civilización del siglo XXI” Nuestra querida historia nos legó un camino, un “Tao” de crecimiento interior, que desde la diacronía no hemos sabido ni querido aprovechar como es debido.  Despreciamos la “areté” (virtud) y nos atrevemos a reetiquetar la “paideia” (proceso de formación), perdiendo de vista aquello que realmente eleva a los individuos y los convierte en lo que son. ¡No se equivoquen! El existencialista no entraña en su ser planteamientos desviados de la realidad: la Pedagogía ya ha sido crucificada y ya desde su cruz, esta sociedad abnegada, contempla su muerte, sus últimos días.
Es muy común eludir los problemas, mirar hacia otro lado, pero nuestra memoria hace que el recuerdo de un tiempo mejor alimente nuestra diacrítica y nos permite discernir el oscuro presente y vaticinar el más triste de los futuros. ¿A qué viene ese anhelo de autodestrucción? ¿Por qué la gente disfruta con la mediocridad? Creo que la respuesta la vemos día a día en las aulas, en las formas de convivencia social, en las desideraciones banales de los directivos de éstas nuestras universidades, en la metamorfosis más deteriorante que se puedan imaginar.
Estamos viviendo un secuestro. El de nuestra certeza, el de nuestra cordura, el de nuestro afán por descubrir, el de nuestro modo de percibir. Vemos estrangulada nuestras ganas de luchar y éste propósito, a priori incidental, tiene que estar ocasionado por algún ente con talón de Aquiles. Pero su fuerza radica en nuestro apagado afán combativo.
Todo parece ser una estrategia hilada sibilinamente para desconcertarnos. Digo “nos”, refiriéndome a aquellos por los que no pasa por alto la vejación a la que se está sometiendo a la Pedagogía. Pero, como diría Hobbes los seres humanos son egoístas y satisfacen sus propios intereses”. Desde aquí comienza la grieta de la divergencia y el principio del “sálvese quien pueda”. La aniquilación del conocimiento está servida.
Don Enrique Belenguer Calpe (profesor de la ULL y amante y defensor de La Historia y las Letras) trata de insuflarle los últimos alientos de vida ante la mirada atónita de la “plebe iletrada”, que somos muchos más de los que creemos y sobre todo,  “aquellos” que más daño le hacen y piensan estar en posesión de la verdad (por ejemplo cuando asumen que La Pedagogía es profesionalizante). Como un “hidalgo de los de lanza en astillero” protege a capa y espada algo más que un sentimiento o capricho estacional. Es su credo, el nuestro, que también tenemos que preservar y revitalizar antes de que sea demasiado tarde. La capacidad de trascendencia que tiene la madre del “saber de saberes” podría arrojar sentido a muchos de los sinsentidos de esta sociedad apocalíptica de los que somos testigos de excepción.
Desde el personalismo más ardiente, sabemos, queremos y defendemos que el hombre es un ser subsistente y autónomo pero esencialmente social y comunitario, un ser libre pero no aislado, un ser trascendente con un puro valor en sí mismo que le impide convertirse en un mero objeto. Y a eso es  a lo que le está avocando el sistema. También es un ser moral, capaz de amar, de actuar en función de una actualización de sus potencialidades y finalmente de definirse a sí mismo pero considerando siempre la naturaleza que le determina. Esa naturaleza parece estar poniéndole grilletes pero, por otra parte, parece estar experimentando el “Síndrome de Estocolmo”, pues parece haberse encariñado de sus raptores y no hace nada por defenderse. ¿Comodidad o acomodación?
Ante esta situación de acorralamiento del capitalismo, la globalización, el mercado, lo privado, el neoliberalismo y demás compinches, La Pedagogía no tiene muchas salidas: ¿lucha titánica (sin aliados)?, ¿extinción?, ¿soledad? ¿o morir gloriosamente haciéndose el hara-kiri antes que desvirtuarse por completo? ¿Quedará impertérrita ante las pujas del mercado? ¿Sobrevivirá a este circo romano? Si se vende, sería otra cosa, un subproducto de lo que fue, pero ya no se le podría llamar Pedagogía.

Autor del artículo educativo:
TEMES SERRANO, Daniel Alejandro (2010). "Proyecto de Difusión Pedagógica e Inclusión Digital". Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias-España) [registrado]

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