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sábado, 30 de junio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
EL REGRESO DE LA PEDAGOGÍA: EL ÚLTIMO REDUCTO DE CORDURA SOCIAL.
EL REGRESO DE LA PEDAGOGÍA: EL ÚLTIMO REDUCTO DE CORDURA SOCIAL.
Autor del artículo educativo:
TEMES SERRANO, Daniel Alejandro (2010). "Proyecto de Difusión Pedagógica e Inclusión Digital". Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias-España) [registrado]
¿Qué es
Es muy común eludir los problemas, mirar hacia otro lado, pero nuestra memoria hace que el recuerdo de un tiempo mejor alimente nuestra diacrítica y nos permite discernir el oscuro presente y vaticinar el más triste de los futuros. ¿A qué viene ese anhelo de autodestrucción? ¿Por qué la gente disfruta con la mediocridad? Creo que la respuesta la vemos día a día en las aulas, en las formas de convivencia social, en las desideraciones banales de los directivos de éstas nuestras universidades, en la metamorfosis más deteriorante que se puedan imaginar.
Estamos viviendo un secuestro. El de nuestra certeza, el de nuestra cordura, el de nuestro afán por descubrir, el de nuestro modo de percibir. Vemos estrangulada nuestras ganas de luchar y éste propósito, a priori incidental, tiene que estar ocasionado por algún ente con talón de Aquiles. Pero su fuerza radica en nuestro apagado afán combativo.
Todo parece ser una estrategia hilada sibilinamente para desconcertarnos. Digo “nos”, refiriéndome a aquellos por los que no pasa por alto la vejación a la que se está sometiendo a la Pedagogía. Pero , como diría Hobbes “los seres humanos son egoístas y satisfacen sus propios intereses”. Desde aquí comienza la grieta de la divergencia y el principio del “sálvese quien pueda”. La aniquilación del conocimiento está servida.
Don Enrique Belenguer Calpe (profesor de la ULL y amante y defensor de La Historia y las Letras) trata de insuflarle los últimos alientos de vida ante la mirada atónita de la “plebe iletrada”, que somos muchos más de los que creemos y sobre todo, “aquellos” que más daño le hacen y piensan estar en posesión de la verdad (por ejemplo cuando asumen que La Pedagogía es profesionalizante). Como un “hidalgo de los de lanza en astillero” protege a capa y espada algo más que un sentimiento o capricho estacional. Es su credo, el nuestro, que también tenemos que preservar y revitalizar antes de que sea demasiado tarde. La capacidad de trascendencia que tiene la madre del “saber de saberes” podría arrojar sentido a muchos de los sinsentidos de esta sociedad apocalíptica de los que somos testigos de excepción.
Desde el personalismo más ardiente, sabemos, queremos y defendemos que el hombre es un ser subsistente y autónomo pero esencialmente social y comunitario, un ser libre pero no aislado, un ser trascendente con un puro valor en sí mismo que le impide convertirse en un mero objeto. Y a eso es a lo que le está avocando el sistema. También es un ser moral, capaz de amar, de actuar en función de una actualización de sus potencialidades y finalmente de definirse a sí mismo pero considerando siempre la naturaleza que le determina. Esa naturaleza parece estar poniéndole grilletes pero, por otra parte, parece estar experimentando el “Síndrome de Estocolmo”, pues parece haberse encariñado de sus raptores y no hace nada por defenderse. ¿Comodidad o acomodación?
Ante esta situación de acorralamiento del capitalismo, la globalización, el mercado, lo privado, el neoliberalismo y demás compinches, La Pedagogía no tiene muchas salidas: ¿lucha titánica (sin aliados)?, ¿extinción?, ¿soledad? ¿o morir gloriosamente haciéndose el hara-kiri antes que desvirtuarse por completo? ¿Quedará impertérrita ante las pujas del mercado? ¿Sobrevivirá a este circo romano? Si se vende, sería otra cosa, un subproducto de lo que fue, pero ya no se le podría llamar Pedagogía.
Autor del artículo educativo:
martes, 26 de junio de 2012
NECESIDAD O NO DE ESCOLTAS EN POLÍTICA Y OTROS.
RESPUESTA AL ARTÍCULO SOBRE LA NECESIDAD O NO DE ESCOLTAS EN POLÍTICA Y OTROS.
Hola Sergio, me ha gustado mucho el artículo<<http://www.diariodeavisos.com/ 2012/06/25/opinion/escoltas-para-cargos-publicos-sergio-garcia-de-la-cruz/ >> -como de costumbre- Lo que has dejado bastante claro, es la diferenciación entre GUARDAESPALDAS y ESCOLTA. De igual manera que en el pasado, yo mismo trabajé como PORTERO (pero sin la actitud de "matón" o "gorila"), no podría habérseme considerado "SEGURITA" y tampoco "GUARDIA O VIGILANTE JURADO". Los límites o marcos de la legalidad, los impone una categoría salarial, una norma reguladora y la pertinencia: es decir, que venga "a cuento".
Respecto a la necesidad o no de escoltas, en mi humilde opinión, dicho menester está ligado al peligro real o a la amenaza inminente muy probable. Yo, por ejemplo, si fuese del PSOE, o del PP, me gustaría llevar o mejor dicho, tendría que llevar escolta si viviese o trabajase (siendo una figura política pública) cerca de algunos "feudos caleborroka" (en el país vasco) o vinculados a ETA.
También, esta cuestión se podría extrapolar a la Casa Real Española o a la Presidencia de Gobierno (incluyendo Ministros/as), dada su implicación global con la ciudadanía española -porque se crean tantos enemigos como amigos-.
De resto, si no hablamos de "una zona caliente" como Egipto, Siria, Libia o una conferencia del FMI o de Naciones Unidas, OTAN, el G8 etc., veo bastante innecesaria la contratación de escoltas con fondos públicos -ya que también muchos futbolistas y estrellas de la música los tienen, pero los pagan de su bolsillo-(eso es harina de otros costal).
Termino diciendo, y no lo hago "en plan demagogo", que donde si debiera primar la seguridad, es donde casualmente brilla por su ausencia y donde realmente hace más falta: en el entorno de las mujeres maltratadas. Esa inversión sí que estaría más que justificada, y no la de ciertos y ciertas dirigentes de partidos políticos locales y nacionales, que "juegan a hacerse los y las importantes" Quizás si hiciesen las cosas bien, no tendrían que llevar escoltas. (Daniel A. Temes Serrano 2012)
Hola Sergio, me ha gustado mucho el artículo<<http://www.diariodeavisos.com/
Respecto a la necesidad o no de escoltas, en mi humilde opinión, dicho menester está ligado al peligro real o a la amenaza inminente muy probable. Yo, por ejemplo, si fuese del PSOE, o del PP, me gustaría llevar o mejor dicho, tendría que llevar escolta si viviese o trabajase (siendo una figura política pública) cerca de algunos "feudos caleborroka" (en el país vasco) o vinculados a ETA.
También, esta cuestión se podría extrapolar a la Casa Real Española o a la Presidencia de Gobierno (incluyendo Ministros/as), dada su implicación global con la ciudadanía española -porque se crean tantos enemigos como amigos-.
De resto, si no hablamos de "una zona caliente" como Egipto, Siria, Libia o una conferencia del FMI o de Naciones Unidas, OTAN, el G8 etc., veo bastante innecesaria la contratación de escoltas con fondos públicos -ya que también muchos futbolistas y estrellas de la música los tienen, pero los pagan de su bolsillo-(eso es harina de otros costal).
Termino diciendo, y no lo hago "en plan demagogo", que donde si debiera primar la seguridad, es donde casualmente brilla por su ausencia y donde realmente hace más falta: en el entorno de las mujeres maltratadas. Esa inversión sí que estaría más que justificada, y no la de ciertos y ciertas dirigentes de partidos políticos locales y nacionales, que "juegan a hacerse los y las importantes" Quizás si hiciesen las cosas bien, no tendrían que llevar escoltas. (Daniel A. Temes Serrano 2012)
jueves, 21 de junio de 2012
texto sin aumentar tamaño EDUCACIÓN: ¿PRIVILEGIO, DERECHO O NEGOCIO?
EDUCACIÓN: ¿PRIVILEGIO, DERECHO O NEGOCIO?
Autor del artículo educativo:
TEMES SERRANO, Daniel Alejandro (2010). "Proyecto de Difusión Pedagógica e Inclusión Digital". Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias-España) [registrado]
Debemos asumir un profundo y terrible cambio en el seno de las universidades y no es otro hecho que el visible deterioro de la forma de vivir, transmitir y disfrutar el conocimiento en todo su esplendor.
Antes, dicho menester era considerado como un placer, fruto de un esfuerzo cotidiano y compartido y de una sana inquietud por descubrir y progresar. Docentes y discentes competían en la gran piscina de la vida para deleitarse con el mero hecho de mejorar sus marcas (no de conseguir el premio a cualquier precio).
La salida hacia la meta (cuyo objetivo era el aprendizaje) era el inicio vital y solamente con la muerte expiraba el plazo formativo (y ni aún así, porque había testigos interesados en relevar y dar continuidad al conocimiento). Nadie concebía la gratificación directa, el individualismo y el “pique insano” del que somos espectadores en estos días alocados.
Somos testigos perplejos de una decadencia progresiva que aliena a los individuos, pero éstos se escudan en su presunta fragilidad e impotencia para defenderse de un sistema neoliberal que contamina sus estilos de vida. Abomino este tipo de excusas, porque ahora contamos con el beneplácito de mil y un recursos de los que antaño sólo aparecían en las novelas de Don Julio Verne.
Aunque esté de acuerdo con la idea de que “a nuevos tiempos nuevos males”, no debemos perder de vista la idea de que el conformismo se apodera de nuestro modus vivendi. Ya no se inventa y genera conocimiento con tanta fuerza como antes. Ahora se toman ideas prestadas o más bien robadas, se maquillan un poco las cosas, “se le cambia el collar al perro”, como pasa con nuestras “queridas reformas educativas” etc. Además no parecen existir mecanismos adecuados para castigar o censurar la mala praxis, por lo que el que delinque sólo va a percibir el triunfo y lo peor es que esa conducta se reproduce y multiplica mediante eso sí, un aprendizaje vicario.
Los cambios precisan de sangre caliente, espíritu revolucionario, fe, valor, coraje, lucha diaria etc. Pero por el contrario, sólo se percibe en la universidad resignación, “cortar y pegar”, aprobados de vomitar el conocimiento y olvidar, muchos “zombies” por los pasillos que temen o más bien odian comunicarse. La universidad es otra cosa bien diferente, pero al parecer sólo unos pocos lo saben y no quieren o no pueden contagiar a la muchedumbre.
Se nos enseña una paradoja constante: hay que ser crítico, hay que luchar, debemos ser creativos, debemos participar. Luego se nos pone una sutil mordaza y se nos hace pasar por el mismo aro por el que pasan ellos (los propios maestros): los créditos que hay que cumplir, la temporalización cuadriculada (solapamiento de horarios), las estupideces burocráticas, los contenidos absurdos y las manualidades trasnochadas para contentar absurdas premisas de proyectos piloto y en fin, todo menos lo que debiera ser.
Ahora, y sólo ahora, con el paso del tiempo, se entiende la frase de Don Enrique Belenguer: “La Pedagogía ha muerto”. Es tan cierta como aterradora y consterna y molesta al que poco entiende del tema. Es como La Sociología para Bourdieu: “una ciencia que incomoda”. Por ello, a Don Enrique se le tachará de un nuevo Nietzsche, porque no sonríe ni abraza modas ni imposiciones; o se le llamará revolucionario por no querer disfrazar la evidente realidad; se le etiquetará como un vestigio de lo pasado y arcaico. A mi parecer, no es más que un gran visionario incomprendido que en el fondo tiene toda la razón.
Ser reaccionario no es, por lo menos para mí, sinónimo de locura. Si fuera así, ¡Viva la locura!, porque no merece la pena estar cuerdo en un mundo de gente dócil, sumisa y domesticada, que vive pegada a su bendita ignorancia, en su cómodo sillón y que no ve más allá de su vanidad. Sólo los salmones nadan contracorriente sin importarles los peligros que acechan en su camino; el resto, pulula por el mundo en un triste nonsense.
La globalidad de este castillo de naipes se desmorona cuando uno se da cuenta de que la sociedad, está contagiada por el mercado, que a su vez es un burdel del capitalismo y el consumismo. Si concebimos que la universidad se tenga que adaptar al mercado y los estudiantes a la universidad, no nos quejemos de los resultados finales. ¡Qué participación democrática existe cuando sólo unos pocos están obligados a la rendición de cuentas y el poder y la influencia de la política impregna con su hedor el día a día lectivo!
Todo es marketing, calidad de educación y comparaciones absurdas tipo PISA .Para el que no lo sepa, éstas últimas siglas se corresponden con la de un informe internacional para la evaluación de estudiantes basado en el análisis del rendimiento de los mismos a partir (en mi humilde opinión) de absurdas pruebas estandarizadas. Y digo absurdas, porque no cuentan con las variables idiosincrásicas de cada contexto y a última instancia se basan en baremos de calidad distintos. Sin querer ahondar más en dicha cuestión, decir que la universidad precisa de un quid procuo constante y lo que realmente pasa es un sálvese quién pueda. ¡Así no podemos hacer nada!
“Lo divertido”, “lo que se lleva”, es quejarse sin buscar soluciones, vivir la vida de los demás triunfadores. Así, los consumidores compulsivos de los medios de comunicación están narcotizados por culpa de las telenovelas, Realty shows o partidos de fútbol de las estrellas, de multimillonarias primas.
Los contenidos viciados y contradictorios, ofensivos o/y sexistas que alimentan a nuestras nuevas generaciones, son vertidos indiscriminadamente hacia unas mentes cada vez menos preparadas para defenderse. Se filtran como la polución en los ríos y como la falta de asistencia en las facultades o como el desinterés por informarse como es debido en los demás niveles institucionales o vitales.
La educación antes era un privilegio, luego se ha constituido como un derecho, para terminar por necesariamente ser rentable. Su función se ha desvirtuado por completo y tanto Autor del artículo educativo:
TEMES SERRANO, Daniel Alejandro (2010). "Proyecto de Difusión Pedagógica e Inclusión Digital". Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias-España) [registrado]
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