Pseudocienca:
embaucadores sin escrúpulos, filibusteros, artistas del engaño y otros oportunistas
de la desesperación por Daniel A. Temes Serrano
Aviso, como hago a veces, de que para buscar la verdad, hay que leer un
par de líneas, pero también que he encontrado un “alucinante” artículo de
investigación, en el que me apoyo, –que incluyo dentro de algunos párrafos- que
espero, les cautive, asombre y consterne tanto o más que a mí.
Quisiera dedicar esta artículo a todas las personas que por ignorancia,
ingenuidad y/o desesperación, recurren –sobre todo en épocas de crisis- a las
fuentes de conocimiento poco fiables para, en un grito de auxilio, perder su
poca cordura, entregando sus escasos
bienes materiales a quien no pretende ayudarles, sino más bien todo lo
contrario: aprovecharse de sus delicada y vulnerable situación.
No voy a meterme con creencias religiosas, culturas, tipos de idolatría, corrientes filosóficas,
ni con la fe en general: todos tenemos derecho a creer en algo ( y el “mientras
no nos haga daño” sería un factor importante a tener en cuenta).
En principio, sólo voy a describir y arremeter contra la “mala praxis”
que pone en peligro la dignidad de las personas, y que con la crisis económica
ha proliferado y evolucionado de manera paralela al auge de las Nuevas
Tecnologías y a la ansiedad y exasperación de la gente por buscar respuestas a
sus preguntas existenciales.
Como ya he dicho en otras ocasiones, “los
Medios de Comunicación Masivos (“Mass Media”) y la moda, ejercen una gran
influencia sobre nuestra manera de vivir, pensar y consumir, además de
configurar nuestros patrones de conducta hacia una dirección preestablecida.
En consecuencia, debemos prestar gran
atención a cómo se produce, reproduce, percibe, transmite e interpreta la
información y qué fuentes son más o menos fiables. Para alcanzar este nivel de abstracción debemos aprender a reflexionar,
interpretar y procesar la información y analizar la vinculación que tiene ésta
en el desempeño de nuestra vida en sociedad
Hemos de tener claro el hecho de
que la falta de educación es tan negativa como la “mala educación”, por lo que
luchar contra los procesos que distorsionan la realidad deben llevarnos a ser
críticos y cuestionarnos tanto los orígenes de difusión de información como los
mensajes que portan las fuentes “no científicas” también llamadas
pseudociencia. [1]
Un de muchas definiciones que existen de la pseudociencia, la aportaré de
una conocida enciclopedia virtual -Wikipedia-,
comúnmente consultada por todos/as nosotros/as, que pasaré a copiar literalmente
(una vez habiéndola citado):
“Una pseudociencia o seudociencia
(también conocida como paraciencia) es una afirmación, creencia o práctica que,
a pesar de presentarse como científica, no se basa en un método científico
válido, le falta plausibilidad o el apoyo de evidencias científicas o no puede
ser verificada de forma concreta. La pseudociencia suele caracterizarse por el
uso de afirmaciones exageradas, vagas, o de imposible verificacion, un exceso
de peso en la confirmación en lugar de en los intentos rigurosos de refutación,
una falta de disposición al examen por parte de otros expertos, y una ausencia
general de procesos sistemáticos para desarrollar teorías de forma racional.
El término pseudociencia se suele
considerar como inherentemente negativo, ya que sugiere que algo está siendo
incorrectamente presentado como ciencia, quizá incluso de forma intencionada”
Una vez presentadas estas pequeñas definiciones clarificadoras y
contextualizado el tema, sólo quisiera
daros mi breve opinión antes de finalizar con un interesantísimo artículo que
espero, encontréis tan interesante como yo.
Mi opinión general sobre el tema, es que muchas personas, por “sentido
común”, “tradición familiar o popular” o simplemente desidia y/o desconfianza
hacia la ciencia, en algún momento de sus vidas, han sentido cierta inclinación
y esperanza por “lo mágico”, “el más allá”, “lo fantástico” etc. ¿Por qué?
Porque la ciencia convencional, que conocemos todos/as “no ha sabido o no ha
podido” dar respuesta a “sus males”.
Y es que la ciencia tampoco es perfecta, ni “todo lo cura”, pero al menos
–frente a tanta “superchería-, sí está basada en un método científico serio y
riguroso, que según El Oxford English Dictionary, (que no es
cualquier “libro de feria”) dice es: "un
método o procedimiento que ha caracterizado a la ciencia natural desde el siglo
XVII, que consiste en la observación sistemática, medición y experimentación, y
la formulación, análisis y modificación de las hipótesis." En palabras
llanas, no hablamos de azar, casualidad o coincidencia, hablamos de que se han
obtenido respuestas factibles y reales después de “miles de ensayo-error” y
comprobaciones antes, durante y después: eso si es ciencia; lo demás son
tonterías.
Eso sí, como vivimos en la sociedad del aquí y ahora, es decir, la falta
de paciencia, las personas que no la tienen, cogen esos “atajos” y recurren a
“estafadores” que se disfrazan de “especialistas del más allá y la astrología”
para, con un estudiado sistema, crear miedo, dependencia y fidelidad en los y las
“clientes” para obtener hasta su último céntimo. Pero no sólo eso me preocupa:
también pueden llegar ocasionar trastornos, paranoia y conductas erráticas en
los pacientes que pueden incrementar su malestar físico, emocional y mental,
hasta puntos insospechados.
Para terminar mi breve exposición les dejo el enlace directo y este
interesante artículo. Aquí, el enlace directo,
http://www.astrolabio.net/canal/contenido/victimologia-de-las-estafas-esotericas-1004361.php
(por si desea ver el artículo original en su totalidad)
y en segundo lugar les dejo parte de la
trascripción que me ha resultado más interesante:
“Viqueira Hinojosa, Jefe de Policía y
profesor de Criminología, amén de ser el primer policía que empleó el término
"criminalidad esotérica" en un artículo de la revista oficial del
cuerpo hace años, se ha ocupado con detalle de este problema.(…)
Sin duda, la razón que con más frecuencia
hace llegar a una comisaría de policía denuncias relacionadas con cuestiones
esotéricas u ocultistas son las estafas. Y de todas esas estafas las más
frecuentes son las realizadas por el "timo del trabajito".
En 1995 tuve la oportunidad de dirigir un
estudio, posteriormente publicado por la revista oficial del Cuerpo Superior de
Policía, en el que se analizaban las principales causas de denuncias por
estafas esotéricas. Para ello fueron publicados una serie de anuncios en
diferentes revistas, programas de radio, boletines, etc., especializados en
temas paranormales, solicitando que quienes se considerasen estafados por un
vidente se pusiesen en contacto con nosotros. De todos los sujetos que
respondieron, por carta o teléfono, a este requerimiento, más del 60% afirmaban
haber sido estafados por el "timo del trabajito".
En pocas palabras, esta estafa, la más
practicada en España por falsos videntes, se produce de la siguiente manera. Un
individuo (principalmente mujeres, con edades comprendidas entre los 30 y 50 años)
acude a la consulta de un vidente (con más frecuencia cartomantes), angustiado
por un problema concreto (principalmente por asuntos de salud o amor en un
36,5% de ambos casos, y cuestiones de trabajo o dinero en el 25% restante),
tras la sesión de cartas, bola de cristal, I Ching, buzios, o cualquier otro
sistema de diagnóstico mántico, se concluye que los problemas del consultante
se deben a un mal de ojo. Inmediatamente se amedrentará a la víctima
especificando que el hechizo que pesa sobre el es muy poderoso, y podrá incluso
conducirle a la muerte (a él o a sus seres queridos). Y tras ese chantaje
emocional, se recetará, como único remedio válido, una "trabajito" de
magia que puede neutralizar el citado mal de ojo.
Existen muchas técnicas, tanto psicológicas
como mágicas (entiéndase aquí magia por ilusionismo), para hacer creer a una
persona que ha sido víctima de un mal de ojo.
Psicológicamente, el falso vidente solo se
limita a reforzar las convicciones del mismo cliente que, con sus preguntas insistentes:
"¿me ha dejado mi marido? ¿va a volver? ¿está con otra?", está
indicando inconscientemente al estafador, cuál es el punto débil a golpear;
"no volverá, porque tu tienes una envidia de otra mujer, te han mirado mal
y tienes que hacer un trabajito para romper el embrujo...".
En cuanto al ilusionismo, en 1993 se
denunció, y llevó a juicio, a la vidente, espiritualista y
"parapsicóloga" (yo diría parasitó-loga) argentina Marisa Teresa
Jiménez. Entre otras truculentas artimañas la bruja -dicho esto en el sentido
más peyorativo-, utilizaba una vieja estrategia consistente en pasar un limón
por el cuerpo del cliente al que, supuestamente, se le había echado un mal de
ojo. Ante sus ojos la bruja -insisto en lo peyorativo-, cortaba el limón con un
afilado cuchillo y ¡oh!¡sorpresa!, el interior del limón aparecía empapado en
sangre. No había duda, un poderoso hechizo se había arrojado sobre el
infeliz... En realidad la sangre no era tal, sino simple tinta roja que la
bruja había inyectado previamente con una simple jeringuilla hipodérmica...
En aquel caso, los ilusionistas Ladislao
Enrique Márquez y Enrique Carpineti, se ocuparon de repetir ante el Tribunal de
Justicia los trucos que empleaba la falsa vidente para estafar a sus víctimas
por el "timo del trabajito".
No hace mucho, desde las páginas de esta
misma revista (ver MÁS ALLÁ nº 90) desenmascarábamos a otro
"vidente", también argentino, que utilizaba trucos de ilusionismo
para encandilar a su clientela: Ricardo Schiariti.
Pero, ¿quiénes son los estafados? ¿quiénes
son las víctimas? ¿se trata de amas de casa que buscan matar el tiempo libre?
¿Son acaso individuos de escaso nivel cultural? ¿Tal vez sujetos extraídos del
contexto rural más humilde?. La respuesta es no. Entre los sujetos que se
consideran estafados por falsos videntes, a los que yo haya entrevistado
personalmente puedo mencionar personajes tan variopintos como la actriz Tete
Delgado (protagonista de la serie El Super de Tele-5); directores de cine como
Jacinto Molina; presentadores de Televisión Española como Isabel Borondo;
humoristas, como Gila; artistas como Lola Flores, etc.
No, no se trata de su nivel social o
cultural, no se trata de su estatus económico, ni de su sexo, ni de su edad. El
estudio sobre el perfil de las víctimas potenciales de estafas esotéricas hay
que buscarlo precisamente en la victimología.
Víctimas de los videntes
En los últimos años el autor ha tenido la
triste oportunidad de recoger numerosos testimonios de personas estafadas por
falsos videntes. Víctimas de un cruel engaño que a veces les ha costado su
dinero, otras su libertad, y en los casos más dramáticos hasta la vida... Y
como muestra. un botón.
En 1994 un equipo de televisión recorrió
parte de la geografía española y portuguesa siguiendo la pista de varios estafadores
esotéricos. La investigación y la producción eran responsabilidad del autor, y
la realización de Gabriel Carrión. Fruto de aquel reportaje, que por cierto se
emitió en el programa Secretos y Misterios de Tele-5, fueron varios testimonios
directos de fraudes paranormales.
Luisa B., por ejemplo, es un ama de casa de
50 años. En 1993 acudió a una conocida vidente gallega, Geli, influenciada por
los comentarios de una amiga. En esta caso era un problema de salud lo que
motivó la consulta. La bruja pidió a Luisa ropa interior de toda la familia sin
lavar, velas y otros objetos personales. Incluso llegó a visitar el domicilio
familiar para realizar una "limpieza de energías negativas". Al final
Luisa había desembolsado casi 100.000 pesetas, y sus problemas continuaban
igual. No obstante, y a pesar de prestar su testimonio ante nuestras cámaras,
Luisa B., continua creyendo en la videncia y la adivinación, y ha vuelto a
frecuentar a profesionales del ramo.
Antonia Vázquez es una pequeña empresaria.
Posee varios negocios, y uno de ellos fue el que motivó su consulta a un famoso
brujo que ha mantenido consulta en muchas ciudades españolas; "Acudí a
Papa Mustapha al ver su anuncio en el periódico -declaró Antonia Vázquez-. El
mesón iba mal y empezábamos a tener problemas con las facturas. Él me dijo que
me garantizaba al 100% los resultados de su hechizo, y me pidió sólo la mitad
del dinero por adelantado. Si el hechizo no funcionaba no le pagaría el resto,
y además me devolvería el dinero adelantado, así que me confié".
Papa Mustapha se anunciaba en varios diarios
españoles de esta guisa: "Gran Mago Africano: Ayudo a resolver cualquier
problema. Amor, Salud, trabajo, mejora de la persona y la situación financiera.
Fortuna, invalidez, ceguera, alcoholemia, muscular, drogas, etc.".
Antonia Vázquez entregó al "Gran Mago
Africano" casi 400.000 pesetas, y debería entregar otras 350.000 cuando su
problema se hubiese resuelto, pero el tiempo pasaba y el negocio de Antonia
continuaba en picado. Cuando quiso acudir a la consulta del brujo para reclamar
su dinero, Mustapha había desaparecido con sus 400.000 pesetas, y con sumas
similares de otros muchos clientes estafados, "pagando solo la mitad por
adelantado"...
Por cierto, seguimos la pista del Papa
Mustapha hasta Lisboa, desde donde huyó a Africa dejando tras de si una larga
lista de estafados como Antonia, quién por cierto, continua frecuentando el
mundo esotérico.
Tanto Luisa B. como Antonia Vázquez
decidieron dar el dinero por perdido y se abstuvieron de iniciar actuaciones
legales. "¿Y si lo denuncio -declaraban las timadas- y me hecha un mal de
ojo?". Tome nota el lector.
Casos ejemplares
Este es un elemento interesantísimo de
reflexión que se repite hasta la saciedad en las víctimas de estafas
esotéricas; la abstención de presentar denuncia contra un vidente por temor a
represalias mágicas. Obviamente esto es absurdo, ya que un falso brujo que
recurre al fraude para simular poderes psíquicos, es porque no tiene ningún
poder real, ni para bien ni por supuesto para hacer el mal.
Y conste que algunas víctimas de estafas lo
tendrían especialmente fácil para poner en conocimiento policial tales delitos.
En Las Palmas de Gran Canaria recogimos un caso ejemplar en este sentido.
Carmen García (nombre supuesto), es una
respetada madre de familia que, un buen día, tras una mudanza, se encontró una
extraña imagen de una Cruz de Caravaca que, "milagrosamente" había
surgido en la pared de su cuarto trastero. Atemorizada por el extraño
"prodigio" consultó a varios videntes y adivinos que, uno a uno,
desfilaron por su domicilio, detectando todo tipo de "energías
negativas", y "malas vibraciones" que habría que exorcizar a
través del consabido "trabajito".
Como en otros casos similares procedimos a
medir, fotografiar y examinar la supuesta "teleplastia". Oh,
¡sorpresa!, no fue necesaria agua bendita para el exorcismo, bastó con un poco
de alcohol y algodón. Miguel Blanco, que me acompañaba en este caso, hizo las
veces de exorcista y desintegró la imagen, y con ella el embrujo, con tres golpes
de algodón. La "prodigiosa" imagen se debía a la acumulación de
polvo, que había dibujado el perfil de las juntas traseras de un armario,
situado allí durante años, hasta la citada mudanza.
El miedo, y la amenaza de una desgracia si
tocaba la cruz, que habían fomentado los videntes, había hecho que Carmen
dejase la "milagrosa imagen" tal y como la había encontrado, pagando
diferentes sumas de dinero a los diferentes videntes, pero sin denunciar a
ninguno. Lo más significativo del caso es que Carmen García es la esposa de un
Comisario Jefe de la Policía
en Gran Canaria... Pero hay casos más dramáticos...
El de Mercedes Cortés Cavero, aunque en otro
aspecto, también es un caso ejemplar. Ante las cámaras de uno de mis programas
de televisión relató con detalle su historia. Ella y su marido fueron víctimas
de la falsa vidente Paula Dosanjos López, una portuguesa afincada en España y
procesada por sus estafas recientemente, junto con su marido Alfonso Lorenzo.
Como en tantas ocasiones la bruja realizó varios rituales, primero con unas
chuletas aplastadas en la vía del tren, y luego visitó a sus
"víctimas" en su propio domicilio para "medir las energías"
que frecuentaban la casa.
Unos ritos con cera y plomo derretido en la
cocina dieron el fatal diagnóstico; un mal de ojo se cernía sobre la familia.
De no tomar medidas inmediatamente moriría el marido de Mercedes y su hijo. La
"medicina" le costaría a Mercedes Cortés y a su marido, la friolera
de 350.000 pesetas, aunque no llegaron a pagar completamente el tratamiento.
Más aún, Mercedes acusa a otra conocida
vidente, Maite, de haberle estafado diferentes sumas de dinero a través del
timo del trabajito, e incluso sugiere que Maite fue la responsable de la muerte
de un amigo, que abandonó el tratamiento médico por indicaciones de la
vidente-curandera. Pero Mercedes no solo cree en el poder de videntes y
curanderos, no solo confiere crédito a adivinos y "parapsicólogos",
sino que acepta que un ex-zapatero italiano ha sido estigmatizado por la Virgen de Fátima, y es el
intermediario entre Jesucristo, los extraterrestres y los humanos. Porque
Mercedes Cortés es la líder de una de las "arcas" (el Arca-3) del
grupo contactista Nonsiamossoli, seguidores de Giorgio Bongiovanni.
Víctimas de sí mismas
El caso que mencionaba Mercedes Cortes, por
desgracia, es demasiado frecuente. Enfermos que abandonan los tratamientos
médicos, no por un tratamiento alternativo, sino por una promesa de curación
milagrosa. Una promesa que, a veces, desemboca en la muerte del paciente. Y
tengamos siempre presente que al menos un 36`5 % de los españoles que acuden a
videntes -no hablo de curanderos ni sanadores- lo hacen por problemas de salud,
que los muchos videntes también achacan al "mal de ojo".
Pero no solo el abandono del tratamiento
médico, por la creencia en el mal de ojo, puede provocar serios problemas de
salud en el cliente. Hace poco se produjo un caso que, por anecdótico, acaparó
la atención de la prensa nacional.
Hacia las 21:00 del pasado 21 de marzo
varios coches patrulla de la policía madrileña se personaron en el número 5 de
la calle Jose Mª Roquero, en atención de una llamada a Comisaría. Al parecer
-en la confusión inicial- un artefacto había hecho explosión en dicha
dirección. Para sorpresa de los agentes de Policía, no se trataba de un zulo de
ETA, ni de un comando del Grapo haciendo prácticas con bombas terroristas. El
lugar de la explosión era el terreiro de un Pai de Santo: el vidente y santero
Pai Jose.
La explosión se había producido cuando Pai
Jose preparaba un ritual contra el "mal de ojo" basándose en pólvora
y velas. En esta ocasión una llama llegó al bote de pólvora y provocó la
explosión, que pudo haber costado la vida al vidente quien, con graves heridas,
tuvo que ser internado inmediatamente en el servicio de urgencias de La Paz.
Normalmente el vidente hacía este ritual en
presencia del cliente. Si la explosión se hubiese producido en ese instante, o
cuando Pai Jose, en pleno ritual "anti-mal de ojo", pasa un plato con
pólvora por la cabeza, cara y cuerpo del cliente, es muy posible que hubiese
sido el paciente que hubiese sufrido un verdadero "mal de ojos", de
nariz, de orejas, y del resto del cuerpo, quemado por la pólvora inflamada...
En este caso el mismo Pai Jose fue autor y
víctima al mismo tiempo. La causa, la creencia en que la pólvora podría limpiar
el "mal de ojo". En otros casos, en los que víctima y autor son uno,
el desenlace fue fatal.
En Cataluña, por ejemplo, he tenido
oportunidad de obtener numerosos informes policiales sobre casos de este tipo.
En uno de ellos, durante el transcurso de un ritual en la playa a Yemayá, la
diosa del mar del panteón Yoruba, el hijo de uno de los "iniciados"
que participaba en la celebración, fue arrebatado por una ola, junto con las
flores y ofrendas a la diosa, y murió ahogado.
Pero sin duda, el caso más dramático se
produce cuando la "víctima" del "timo del mal de ojo" no
solo es víctima, sino que se convierte a su vez en delincuente.
En mi poder obra todo el expediente de la Policía Judicial
de la 611ª Comandancia de la
Guardia Civil sobre el caso del "asesino
hechizado". Expediente que se inicia cuando, al filo de la media noche D.
Carlos Caamaño Baña, vecino de Valladares (La Coruña) y propietario de una tienda-bar en dicha
localidad, descubrió el cadáver de su vecina, Carmen Baña, al cerrar el bar y
observar la puerta de la casa adyacente abierta. Inmediatamente llamó a la Guardia Civil.
Fue requerida la presencia de la Unidad Orgánica de
la Policía Judicial,
y un equipo formado por 4 guardias civiles, un sargento y un Capitán Instructor
acudió al lugar de los hechos. En el domicilio de la víctima se encontraban ya
el Juez de Instrucción y el Médico Forense que certificó la muerte, así como
otros agentes de la benemérito, pertenecientes al cuartel de Serra de Outes.
Según los documentos policiales, la víctima
había recibido ocho puñaladas por todo el cuerpo y un hachazo en la cara. Ese
había sido el fatal desenlace de un absurdo caso iniciado por el maldito fraude
del "mal de ojo".
José Martínez, el asesino autor del crimen,
había visitado a varios videntes y adivinos, que aseguraban al joven coruñés
que era víctima de un "mal de ojo" que le había echado una vecina
"y habría que darle un escarmiento". Algunos de esos videntes
sometieron a Jose a "limpiezas espiritistas", sesiones de Umbanda,
etc., pero todo era inútil, "la bruja continuaba hechizándolo". Así
que el joven decidió acabar con el maleficio asesinando de un hachazo en la
cara y ocho puñaladas a la "meiga"... que, por cierto, también era
cliente de algunos de esos mismos videntes...
Hacia una victimología esotérica
Uno de los objetivos principales de la Victimología Penal
(ya que existe también una Victimología General que se ocupa de las víctimas de
sucesos no penales, como catástrofes, etc.), es la llamada "prevención
victimal". De la misma forma que el objeto de la criminología es estudiar
y comprender al criminal para erradicar sus delitos, la "prevención
victimal" debería intentar comprender a la víctima para así prevenir la
victimización de la misma.
Una de las claves para comprender a las
víctimas de estafas esotéricas probablemente se apunta en el estudio
estadístico que realizamos en 1995. Una cuarta parte de las denuncias que
llegaron a nosotros presentaban un mismo perfil; el sujeto -mayoritariamente
mujeres- describía como había sido estafado, no por uno, sino por varios
videntes. Las sumas estafadas oscilaban entre las 50.000 y 500.000 pesetas.
Más de la mitad mantenían o nos pedían que mantuviésemos
su anonimato. No estaban dispuestos a declarar ante un juez por temor a las
represalias mágicas del brujo, y por temor a la familia que ignora en que ha
gastado el dinero el estafado; y además, esto es lo más interesante, nos pedían
que les recomendásemos un vidente "auténtico" para acudir a él...
A pesar de que su marido es comisario de
policía, Carmen García tenía miedo a denunciar a los videntes "por si le
echaban un maleficio", igual que Luisa B... Antonia Vázquez ha continuado
frecuentando a videntes a pesar de que le estafaron casi medio millón de
pesetas. Mercedes Cortés apoya a contactados y visionarios, aún después de sus
malas experiencias con videntes... ¿Que significa todo eso?
Son varios los videntes profesionales
(honestos, que de todo hay), los que me han comentado un mismo fenómeno. El
hecho de que es el cliente quien ruega, suplica, implora, que se le haga un
trabajito de magia porque es él quien está convencido de que ha sido víctima de
un mal de ojo. El profesional solo ha de coger el dinero y hacer cualquier tipo
de ritual o rezo que satisfaga la obsesión del cliente por el "mal de
ojo". Puede que el "placebo" funcione, o puede que no, pero lo
cierto es que en esos casos la tentación del "dinero fácil" es una
golosina para el vidente. Y la víctima es parcialmente culpable, o al menos
inductor, del delito.
En pocas palabras. La creencia, ese
incombustible motor de la vida humana, y la fe indiscriminada en el "mal
de ojo", unido a una falta de "cultura esotérica" es la que
propicia que cualquier individuo, sin diferencia de raza, estatus social o
nivel cultural, pueda convertirse en víctima de una estafa esotérica. Víctima
que, en ocasiones, es quien pide ese tipo de trabajo, propiciando con su
actitud el fraude.
Y por desgracia, esa falta de "cultura
paranormal" y esa creencia irracional es alentada por parapsicólogos, y
expertos de todo el país, en lugar de luchar contra ella. Hace pocas semanas el
programa de TVE-2 Línea 900, emitía un reportaje sobre los adictos a los
videntes. En una intervención, el presidente de uno de las Asociaciones Profesionales
de Parapsicólogos que actualmente proliferan en España "denunciaba"
las estafas de algunos videntes por medio del "timo del trabajito",
cobrando sumas desorbitadas, cuando un "trabajito" de este tipo
-según él- puede costar "sólo" unas 30.000 o 40.000 pesetas.
No. Una estafa no es menos estafa por ser
menor el importe estafado. Precisamente una reconocida miembra de esas
asociaciones profesionales de parapsicólogos, sin validez académica ninguna de
ellas, es la que ostenta el record de estafas esotéricas en mi archivo: Marita
de Oxun.
Merecería todo un reportaje analizar el caso
de esta mujer que, según sus víctimas, ha estafado millones y millones de
pesetas. Solo a una empresaria de Lugo, a la que engatusó con la fascinación de
la religión afroamericana, y según el relato de la misma, le sacó más de 10
millones de pesetas. Entono desde aquí un mea culpa, ya que en 1993 Marita de
Oxun participó en mi programa de TV Mundo Misterioso, desde el que se dio a
conocer a muchos de sus futuros clientes.
En aquella ocasión, cuando Alex Orbito nos
falló, acudimos a Marita de Oxun como invitada de urgencia, recomendada por los
parapsicólogos catalanes de esas mismas "asociaciones profesionales".
Recientemente llegaban a mi poder los expedientes policiales barceloneses sobre
esta controvertida vidente. Como en casos anteriores, la mayoría de sus
víctimas han continuado frecuentando otros adivinos.
Si usted, querido lector, cree que tiene mal
de ojos, acuda al oculista, no al ocultista, que es el que verdaderamente
entiende de males de ojos. Lo demás son historias de "vampiros" y
"fantasmas". Vampiros chupa-carteras, y fantasmas muy vivillos...
Escrito por Manuel Carballal
Si tras leer
este artículo siguen creyendo en este tipo de tramposos/as, aprovechados/as, trileros/as
del más allá, etc., que han sido detectados y estudiados por policías
reputados, científicos, analistas y gente seria, será una verdadera lástima.
Pero al menos, he cumplido mi función pedagógica de informar, enseñar y educar
a través de ejemplos reales y contrastados.
[1] TEMES SERRANO, Daniel
Alejandro (2010): Proyecto de difusión
Pedagógica e Inclusión Digital. Santa Cruz de Tenerife.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar